domingo, 26 de enero de 2020

EN UN AUTOBÚS DE SALAMANCA





EN UN AUTOBÚS DE SALAMANCA



(De Estocolmo a Helsinki, pasando por Tallin y San Petersburgo)







DEDICATORIAS

Este libro está dedicado a mi amigo Pedro Talaván, gran entusiasta de los viajes y de los libros de viajes. Gracias a él lo he escrito. En mis despedidas siempre comenta” Lo importante de los viajes es cómo se recuerdan, por eso se deben escribir”. Esta vez le he hecho caso y lo he escrito desde el principio hasta el final.

También quiero dedicar el libro a nuestros amigos de siempre Elvira y Luis. Con ellos hemos compartido muchos y bellos rincones de España. Gracias por disfrutarlos en vuestra compañía

Especialmente está dedicado a mi marido Mariano, la persona que me ha acompañado en casi todos mis viajes incluido el de la propia vida y que siempre me ha dado los elementos imprescindibles para poder viajar con una cierta armonía: paciencia, curiosidad y paz.


POCOS PREPARATIVOS

Dicen que todo viaje consta, como en las novelas y otras aventuras de la vida, de tres partes: Los preparativos, el viaje en sí, y el final.

En lo que a mí respecta, soy de las personas que prepara muy poco los viajes. Tanto Mariano, como yo, nos dejamos llevar un poco por la intuición y la improvisación. Hasta ahora, no nos ha ido del todo mal.

Este viaje que me propongo relatar, fue un poco más organizado que otras veces.

Hacía ya casi diez años que no viajábamos juntos al extranjero, porque individualmente si lo habíamos hecho, por motivos de trabajo, pero no de vacaciones.

En el verano del 2003, nos apetecía retomar las viejas costumbres de antes.

-¿Dónde vamos de vacaciones?

-No lo sé. Pasaré por la agencia. Pediré unos folletos a ver que tienen.

Me acerqué a las oficinas. Allí me dieron unas cuantas revistas de itinerarios por Europa.

En casa las hojeé tranquilamente. Me llamó la atención un titular donde se leía: “Las Perlas del Báltico”.

-Mariano, echa un vistazo a esto. De momento tiene un nombre sugerente.

- Estocolmo, Tallin, San Petersburgo, Helsinki. No conocemos ninguna de estas ciudades. Puede estar interesante.

Lo leímos con más detenimiento y decidimos que este año podíamos ir en un viaje organizado. Nunca lo habíamos hecho. David, ¿quieres venir de vacaciones con nosotros?

- ¿ Adónde?

-Mira a ver si te gusta.

-¡Qué bien! Voy a conocer Estocolmo y San Petersburgo. Por fin voy a ir a Rusia. ¡Con las ganas que tengo de visitar ese país!

Así fue, más o menos, como lo decidimos en un fin de semana del mes de junio.

No tuvimos mayor complicación que el visado para Rusia. Resultó un poco caro. Sabemos por experiencia que todo tipo de papeleo en los países de la antigua Unión Soviética cuesta dinero. Como David y yo teníamos los pasaportes caducados, tuvimos que renovarlos.

El viernes 18 de julio, hicimos las maletas y al día siguiente, sábado, a las nueve de la mañana, estábamos en el Aeropuerto de Barajas dispuestos a comenzar nuestro viaje por las Perlas del Báltico.
                                                                                                        ( Continuará)


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